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El término Salud ha evolucionado a través del tiempo. Al principio, la salud era pensada como la ausencia de enfermedad, y para el caso en que la enfermedad se hubiera hecho presente, se pensaba en el proceso de recuperación del paciente hasta volver a alcanzar el estado de salud, en este caso, debido a la acción curativa de un determinado tratamiento aplicado luego de la aparición de la patología.
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Más modernamente, salud se refiere al mantenimiento de un estado de bienestar psíquico, fisico, emocional e intelectual, que permite a las personas desarrollar su vida en plenitud. Por lo tanto, se orienta más a la prevención que a la recuperación, tratando de evitar la aparición de la patología. Por ello, el énfasis en los sistemas de salud modernos está puesto en los programas de prevención, entre ellos los de vacunación, con el objetivo de mitigar y/o erradicar las enfermedades, manteniendo así la salud general de la población.
Un ejemplo de ello, puede pensarse considerando las campañas actuales de vacunación contra la gripe estacional o la gripe A. En ambos casos, lo que se pretende es inmunizar a las personas que corren mayor riesgo de contagio, como los médicos, las enfermeras, y otros agentes de salud; y también a aquellas personas que por pertenecer a grupos en los que la enfermedad podría presentarse en forma más severa, requieren de una inmunización preventiva, por ejemplo, los mayores de 60 años, los bebés y las mujeres embarazadas.
